El libro "LA BRUJA Y EL BOBO" estará disponible muy pronto. Este es un relato de la vida real. Como puede ser fácil de deducir, los nombres de los personajes han sido cambiados, pero no los hechos ni la realidad. De momento y como una forma de mostrar algunos de los manejos de las brujas contra sus víctimas, aquí les presento una introducción del libro.
LA BRUJA Y EL BOBO
Este relato se basa en hechos
reales. Todavía están ocurriendo. Los nombres de los protagonistas han sido
modificados por motivos de seguridad.
Esta es una pelea desigual. Kadia
Rodela Sodch, la agresora, está pensionada por una entidad del estado, tiene
casa propia y no le faltan los pesitos por el rebusque, porque eso sí, es
sumamente camelladora. Incluso la mayoría de las personas la consideran “buena
gente”. Hasta hace poco se la consideraba atractiva, aunque ya había pasado los
cincuenta. Piel blanca, cabello teñido de negro para ocultar las canas, piernas
bien torneadas, caderas generosas sin ser exageradas. Su familia de origen
tiene ancestros españoles, pero sus recuerdos se han perdido en el tiempo.
La víctima, Pedro Carlos
Ascencio, es un desplazado por la violencia. En Colombia ser desplazado por la
violencia es estar por debajo del límite decentemente aceptable de pobreza. Un
desplazado, si se ha prestado para que se engorden las estadísticas estatales y
se encuentra registrado en Acción Social (programa de la presidencia de la
republica para disimular el hecho de no poder proteger a sus conciudadanos) posiblemente
tenga una carnet del Sisben nivel cero. El Sisben (sistema de beneficencia para
la prestación de servicios de salud) es una forma de asegurar votos y mostrar
que se subsidia la salud para los más desposeídos. Las personas que viven por
debajo del más bajo nivel de pobreza estadísticamente aceptado, reciben
atención nivel uno. Los desplazados son catalogados por debajo de estos pobres-pobres.
Y Pedro Carlos es un desplazado, con sisben nivel cero.
La pelea es muy desigual. Kadia
Rodela terminó la segunda enseñanza en una institución pública en Nariño y
luego consiguió ubicarse como Auxiliar de enfermería en el ya liquidado
Instituto del Seguro Social, en Cali. Ella sabía que solo estudiando mucho
podría sostenerse en su puesto público, a menos que estuviera dispuesta a pagar
favores con credicuerpo. Pero a ella no le gustaba usar esa tarjeta de crédito.
El crédito si, pero no esa tarjeta credicuerpo. Así que de capacitación en
capacitación llegó a ser reconocida como una excelente auxiliar de enfermería.
Al cabo de los años consiguió pensionarse con el seguro. Un buen salario,
además.
Sus manos hacen milagros curando heridas.
Especialmente por eso, las personas de su entorno la consideran una “bella
persona”. Nadie podría imaginar que Kadia ha pasado los últimos cinco años
intentando matar a Pedro Carlos.
Espere muy pronto el libro completo "LA BRUJA Y EL BOBO"