sábado, 12 de mayo de 2012

BRUJERÍA EN COLOMBIA


El libro "LA BRUJA Y EL BOBO" estará disponible muy pronto. Este es un relato de la vida real. Como puede ser fácil de deducir, los nombres de los personajes han sido cambiados, pero no los hechos ni la realidad. De momento y como una forma de mostrar algunos de los manejos de las brujas contra sus víctimas, aquí les presento una introducción del libro. 

LA BRUJA Y EL BOBO

Este relato se basa en hechos reales. Todavía están ocurriendo. Los nombres de los protagonistas han sido modificados por motivos de seguridad.
Esta es una pelea desigual. Kadia Rodela Sodch, la agresora, está pensionada por una entidad del estado, tiene casa propia y no le faltan los pesitos por el rebusque, porque eso sí, es sumamente camelladora. Incluso la mayoría de las personas la consideran “buena gente”. Hasta hace poco se la consideraba atractiva, aunque ya había pasado los cincuenta. Piel blanca, cabello teñido de negro para ocultar las canas, piernas bien torneadas, caderas generosas sin ser exageradas. Su familia de origen tiene ancestros españoles, pero sus recuerdos se han perdido en el tiempo.
La víctima, Pedro Carlos Ascencio, es un desplazado por la violencia. En Colombia ser desplazado por la violencia es estar por debajo del límite decentemente aceptable de pobreza. Un desplazado, si se ha prestado para que se engorden las estadísticas estatales y se encuentra registrado en Acción Social (programa de la presidencia de la republica para disimular el hecho de no poder proteger a sus conciudadanos) posiblemente tenga una carnet del Sisben nivel cero. El Sisben (sistema de beneficencia para la prestación de servicios de salud) es una forma de asegurar votos y mostrar que se subsidia la salud para los más desposeídos. Las personas que viven por debajo del más bajo nivel de pobreza estadísticamente aceptado, reciben atención nivel uno. Los desplazados son catalogados por debajo de estos pobres-pobres. Y Pedro Carlos es un desplazado, con sisben nivel cero.
La pelea es muy desigual. Kadia Rodela terminó la segunda enseñanza en una institución pública en Nariño y luego consiguió ubicarse como Auxiliar de enfermería en el ya liquidado Instituto del Seguro Social, en Cali. Ella sabía que solo estudiando mucho podría sostenerse en su puesto público, a menos que estuviera dispuesta a pagar favores con credicuerpo. Pero a ella no le gustaba usar esa tarjeta de crédito. El crédito si, pero no esa tarjeta credicuerpo. Así que de capacitación en capacitación llegó a ser reconocida como una excelente auxiliar de enfermería. Al cabo de los años consiguió pensionarse con el seguro. Un buen salario, además.
Sus manos hacen milagros curando heridas. Especialmente por eso, las personas de su entorno la consideran una “bella persona”. Nadie podría imaginar que Kadia ha pasado los últimos cinco años intentando matar a Pedro Carlos.

Espere muy pronto el libro completo "LA BRUJA Y EL BOBO" 

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